20080210

1.8 Ojos abiertos

Luego de varios meses sin movimiento, abrir un ojo se convierte en una misión casi suicida. Los primeros segundos el mundo parece girar sin sentido, apenas estabilizado por algunas inyecciones de un liquido incoloro, el administrador trató de levantarse en su acolchado refugió pero no lo logró, a pesar que en realidad estaba más ligero.
Ahora sin duda, se encontraba en la superficie de Marte, una silueta se acercó, tardo unos segundos en reparar que se trataba de una muchacha, que vestía un mono de color azul, con su pelo recogido hacia atrás, blanca como un mota de algodón y con una enorme población de pecas en su cara. Al Administrador le pareció cómico que su primera imagen en Marte le recordara al cuento de Pipi Calzaslargas.