20070823

Cap. 1.5 Playa Blanca

El viento golpea fuertemente su cara, está parado en la cima de un peñón, a la orilla de el mar, se cubre sus ojos con sus manos tratando de protegerse del brillante sol, a lo lejos, sobre una playita de arena blanca y aguas turquesas, ve que una mujer pedalea una bicicleta. Ella viste un pantalón corto de rayas rojas y una blusa azul, de esas que se anudan en sus últimos botones.
A pesar del esfuerzo, la mujer no pasa del lugar, por lo visto no parece importarle, quizás ni se ha dado cuenta de su inmovilidad, su rostro se ve feliz, apenas eclipsado por los mechones de pelo que le arrebata el viento. No se mueve, por que es parte del sueño del administrador, quien ahora baja del peñón para alcanzar la mujer de fantasía, apenas es una construcción matemática de la computadora que le induce el sueño...igual a la playa blanca de aguas turquesas.
Sucede lo de siempre, el usuario olvida la realidad, vive su fantasía en la inmediatez del sueño, la computadora maneja su mente hasta que la razón y la lógica comiencen a emerger como hiedras venenosas sobre la fantasía. En las primeras semanas de sueño inducido la máquina no tendrá problemas en burlar a la cabeza, pero luego de un par de meses los pensamientos tratarán potencialmente de no ser manipulados, a pesar que la computadora cambie el programa una y otra vez, con dinámicas más complejas, al final el software decretará la desconexión del sueño. El usuario despertará tal vez con un poco de jaqueca por el esfuerzo mental, pero sucede en largos períodos de tiempo, nuestro administrador no tiene que preocuparse, llegará a Marte en pocas semanas.