Ahora sin duda, se encontraba en la superficie de Marte, una silueta se acercó, tardo unos segundos en reparar que se trataba de una muchacha, que vestía un mono de color azul, con su pelo recogido hacia atrás, blanca como un mota de algodón y con una enorme población de pecas en su cara. Al Administrador le pareció cómico que su primera imagen en Marte le recordara al cuento de Pipi Calzaslargas.
20080210
1.8 Ojos abiertos
Ahora sin duda, se encontraba en la superficie de Marte, una silueta se acercó, tardo unos segundos en reparar que se trataba de una muchacha, que vestía un mono de color azul, con su pelo recogido hacia atrás, blanca como un mota de algodón y con una enorme población de pecas en su cara. Al Administrador le pareció cómico que su primera imagen en Marte le recordara al cuento de Pipi Calzaslargas.
20071104
1.7 Luces
Dispusieron colocar más luces en los interiores, lo que equivaldría a un trabajo mucho más intenso para los obreros de los jardines de reciclaje, quienes tendrán que reconstruir cada bombillo y lámpara con sus manos, no era posible que el administrador llegase y el interior de las ciudades permanezcan en oscuras.
No hablaron de las amenazas.
20071003
Cap. 1.6 Sigue el sueño
Desde la vacía consola de mandos un estrella del firmamento ha comenzado a tornarse demasiado brillante para no fijarse, es Marte. Que cada vez está más cerca.
El administrador duerme, los programas han comanzado a inyectarle algunos fármacos para que su despertar no sea tan duro, luego de dormir varios meses la resaca puede ser fuerte.
20070823
Cap. 1.5 Playa Blanca
El viento golpea fuertemente su cara, está parado en la cima de un peñón, a la orilla de el mar, se cubre sus ojos con sus manos tratando de protegerse del brillante sol, a lo lejos, sobre una playita de arena blanca y aguas turquesas, ve que una mujer pedalea una bicicleta. Ella viste un pantalón corto de rayas rojas y una blusa azul, de esas que se anudan en sus últimos botones.
A pesar del esfuerzo, la mujer no pasa del lugar, por lo visto no parece importarle, quizás ni se ha dado cuenta de su inmovilidad, su rostro se ve feliz, apenas eclipsado por los mechones de pelo que le arrebata el viento. No se mueve, por que es parte del sueño del administrador, quien ahora baja del peñón para alcanzar la mujer de fantasía, apenas es una construcción matemática de la computadora que le induce el sueño...igual a la playa blanca de aguas turquesas.
Sucede lo de siempre, el usuario olvida la realidad, vive su fantasía en la inmediatez del sueño, la computadora maneja su mente hasta que la razón y la lógica comiencen a emerger como hiedras venenosas sobre la fantasía. En las primeras semanas de sueño inducido la máquina no tendrá problemas en burlar a la cabeza, pero luego de un par de meses los pensamientos tratarán potencialmente de no ser manipulados, a pesar que la computadora cambie el programa una y otra vez, con dinámicas más complejas, al final el software decretará la desconexión del sueño. El usuario despertará tal vez con un poco de jaqueca por el esfuerzo mental, pero sucede en largos períodos de tiempo, nuestro administrador no tiene que preocuparse, llegará a Marte en pocas semanas.
20070812
Cap 1.4 Sueños

20070806
Cap 1.3 Dos opciones

Y ahí afuera brillaron las estrellas, el horizonte ya había desparecido, se escucharon unos sonidos y chirridos de las computadoras dentro de la cápsula, indicaba que ya se había alcanzado la velocidad crucero, el cielo para entonces, era negro, y el sol relucía con su luz amarilla, clara señal que su clasificación espectral lo colocaban como una estrella G2, de las más ordinarias del universo.
20070723
Cap 1.2 Salida
Para llegar a la escotilla tardó media hora, tuvo que colarse entre tubos, cables y conexiones, al parecer no había mayor interés en todo el vasto mundo de seguir colaborando con los colonos marcianos. Al despegue no llegó la prensa, tan solo un puñado de familiares estaban en las inmediaciones rondando, que se habían quedado bajo un cobertizo escondiéndose de una fina lluvia que caía desde hace unos tres días, vieron pasar el transporte y perdieron la oportunidad de acercarse al futuro administrador de las colonias. A última hora una niña se alejó del grupo y corrió al portón principal con la intención de entregarle algo al famoso administrador, la seguridad del complejo no la dejó pasar, pero les llamó la atención lo que llevaba en la mano, un libro de carpeta negra, con unas iniciales en su costado y un cuadro en el frente. No dieron mayor importancia al suceso, de hecho, el administrador nunca se dio cuenta del obsequio de la chiquilla, ni lo que contenía ese libro, que a pesar de las normas de digitación universal, el texto no aparecería en ningún banco de datos, ni de aquí ni de ninguna estación espacial o mundo colonizado.
Cuando el administrador cerró de golpe la escotilla y los sellos de presión se activaron, se colocó los cinturones que lo sujetaban al sillón, para entonces ya era demasiado tarde, no había retorno, sostuvo la respiración y vió el suelo desaparecer entre un remolino de polvo.
Luego del despegue los familiares de los colonos regresaron en fila hasta el pórtico del submetro más cercano, la niña contemplaba las ilustraciones del misterioso libro, eran a mano, toda una excentricidad para entonces. Un familiar al notarlo reprendió a la muchachita, y esta de un salto ocultó el texto hasta el fondo de un saco.